Visita a la ciudad de Almería.

Propuesta de Pepe Cano, de Casa Agua Marina

Es verdad que Almería no resulta tan espectacular como otras ciudades árabes, como Córdoba o Granada, pero sus grandes avenidas son muy agradables de pasear, su casco antiguo tiene mucho encanto y sus bares y terrazas, famosos por sus tapas, merecen mucho la pena.

Además, diversos lugares y monumentos de Almería tienen muy poco que envidiar a los grandes edificios históricos de otras ciudades de procedencia árabe y resultan sorprendentes, porque son grandes desconocidos para muchos españoles y  extranjeros.

Es muy difícil proponer un itinerario concreto para pasar una mañana, la tarde o un día entero en Almería. Por eso, en esta ocasión, hemos preferido presentaros diversos lugares que a nosotros nos han sorprendido muy gratamente, para que seais vosotros, conforme a vuestros gustos, los que hagáis vuestra propia selección:

•          La Alcazaba.

Sin ninguna duda, el gran monumento de Almería es La Alcazaba, es decir: el castillo construido por Adberramán III y su gran recinto amurallado. Os impresionará por su grandiosidad y su excelente conservación, y nos atrevemos a decir que es un lugar de visita obligada. Reservar una hora y media, al menos, para esta visita, porque merece mucho la pena. En el verano, por la tarde-noche se organizan visitas teatralizadas.

•          Eiffel en Almería.

¿Seríais capaces de decir alguna otra construcción del gran arquitecto Eiffel, además de la famosa torre de París? No, ¿verdad?. Pues ahora vais a saber que en el mismo centro de Almería está otra de sus obras: el llamado Cable Inglés o Muelle El Alquife, que es el antiguo embarcadero de mineral que unía la estación de ferrocarril con el puerto marítimo. Totalmente integrado en la fisonomía de la ciudad.

Muy cerca está la estación intermodal de Almería. Merece la pena pararse a ver la fachada (totalmente restaurada) de la estación de tren.

•          Las canteras califales.

Una gran mayoría de visitantes desconocen la existencia de las Canteras Califales, explotaciones situadas al norte de la ciudad de Almería, escondidas en el llamado Cerro de las Mellizas, en el popular barrio de La Chanca. Se trata de un conjunto de canteras que en la época medieval suministraron de piedra a las construcciones ordenadas por Abderramán III, como la propia Alcazaba.

La piedra calcarenita que enamoró a los constructores del monumento, las murallas de la ciudad y los torreones que existen en la zona, era húmeda y muy manejable, pero en 1147la veta se acabó y las canteras fueron abandonadas. A pesar del tiempo transcurrido, el estado de conservación es perfecto.

•          Los refugios de la Guerra Civil.

Los refugios subterráneos de Almería son una compleja estructura que se construyó para proteger a la población de los bombardeos franquistas. Durante toda la guerra hubo un total de 52 bombardeos por aire y mar, en los que cayeron un total de 754 bombas. Por esa razón, las autoridades republicanas decidieron la construcción de unos refugios subterráneos con más de 4 kilómetros de longitud, un quirófano y capacidad para albergar a unas 40.000 personas (todos los habitantes de Almería en aquella época).

Fueron diseñados por el arquitecto local Guillermo Langle, con la ayuda del ingeniero de minas Carlos Fernández Celaya y el ingeniero de caminos José Fornieles y se convertirían en unos de los más importantes y mejor conservados a nivel europeo. Estos refugios soportaron el principal ataque que sufrió la ciudad por parte de buques de la armada nazi, en represalia por el hundimiento de uno de sus destructores en Ibiza.

•          Museo Doña Pakyta.

Este museo se está ubicado en la que fue  vivienda de doña Francisca Díaz Torres, conocida como Doña Pakyta. Esta emprendedora almeriense, reconocida por su compromiso con la ciudad y el medio ambiente, dejó como patrimonio para Almería su propia casa, la llamada “casa vasca” ejemplo de la arquitectura regionalista española de la década de los años 20.

El museo alberga en sus siete salas una visión general del arte almeriense desde 1880 a 1970. En ellas se puede contemplar pintura, escultura, grabado y dibujo.

•          El Parque del Boticario.

El parque tiene espacios para llevar a los niños y está en una zona súper tranquila de la ciudad. Lo más interesante es su jardín botánico, con plantas y árboles de todo el mundo.

Lo ideal en verano es ir a ver anochecer, a partir de las 18:30, cuando el sol empieza a bajar y ya no hace tanto calor. El paseo, si ese día hace un poquito de aire, se hace de lo más agradable y relajante, porque suele haber poca gente.

•          Pasear y tapear.

Uno de los grandes atractivos de Almería son sus bares y terrazas, donde se consumen las más grandes y ricas tapas de España. No te lo pierdas.